Como asesora financiera profesional, dispongo en mi cartera de clientes de numerosos médicos de distintas ramas: desde traumatología hasta radiología. Sin embargo, el paralelismo de la salud financiera va más allá de las diferencias aparentes entre el cuidado de la salud y la gestión de las finanzas personales.
A través de mi experiencia trabajando con una diversa cartera de clientes, he descubierto que ambos profesionales compartimos un enfoque similar en nuestras respectivas disciplinas. Si no me crees, quédate en este artículo hasta el final.
Diagnóstico y entrevista personal
La primera similitud viene de la mano del diagnóstico y entrevista personal. Así como un médico indaga sobre los síntomas de un paciente, los asesores financieros exploran la situación económica de sus clientes. Los médicos preguntan a sus pacientes qué les duele, cuándo empezó el malestar y con qué frecuencia lo experimentan. De manera análoga, los asesores financieros hacen preguntas cruciales sobre las circunstancias económicas de sus clientes, las metas financieras, el plazo deseado para alcanzar dichas metas, y las condiciones que rodean las decisiones financieras.
Seguir las recomendaciones profesionales
En ambas disciplinas, seguir las recomendaciones profesionales es fundamental. Un paciente que ignora las indicaciones médicas o se automedica puede no resolver eficazmente su problema de salud. De manera similar, un inversionista que desatiende las sugerencias de su asesor financiero corre el riesgo de no alcanzar su máximo potencial financiero. El estudio de JPMorgan revela que el 95 % de los inversores no logran los resultados óptimos debido a la falta de seguimiento de las recomendaciones de sus asesores financieros.
Errores comunes en el tratamiento financiero
En esta línea de la salud financiera, la relación entre un inversor y su asesor financiero puede compararse con la relación entre un paciente y su médico en términos de errores comunes. Intentar predecir el comportamiento del mercado, operar en exceso, cambiar estrategias con frecuencia, dejarse llevar por las emociones, prestar atención al ruido del mercado y la falta de paciencia son errores recurrentes que los inversores cometen y que afectan negativamente sus resultados financieros.
Importancia del acompañamiento profesional
El acompañamiento constante de un profesional es un componente crucial en ambos campos. Así como un médico acompaña a su paciente durante el proceso de curación, un asesor financiero está dispuesto a guiar a su cliente a través de las complejidades del mercado financiero. La diferencia en la rentabilidad entre aquellos que siguen el asesoramiento financiero y aquellos que no, es evidente. Según Standard & Poor’s, los inversores que siguen las recomendaciones de sus asesores financieros experimentan un crecimiento anual del 9.5 %, mientras que los que prescinden de este acompañamiento alcanzan solo un modesto 3.6 %.
¿En cuál quieres estar tú? Te recomiendo tener una breve reunión conmigo para resolver tus dudas y darle a tu estrategia el empujón que necesita de la mano de un asesor financiero profesional.
¿Necesitar mejorar el cuidado de tu salud financiera?
La salud física y financiera comparten una conexión clave. Al igual que confiamos en los médicos para cuidar de nuestro bienestar físico, confiar en un asesor financiero profesional puede marcar la diferencia en la salud de nuestras finanzas. La clave es reconocer la importancia de seguir el consejo de los expertos y comprender que el éxito financiero no solo se trata de tomar decisiones acertadas, sino también de comprometerse con un plan a largo plazo bajo la orientación de un profesional capacitado. La inversión en la salud financiera, al igual que en la salud física, requiere un enfoque proactivo y la guía experta de aquellos que dedican sus vidas a mejorar la calidad de vida de los demás.