¿Cuáles son las diferencias entre una hipoteca variable y una hipoteca fija?

Este miércoles, no voy a hablarte de los beneficios de contar con un asesor financiero para tomar mejores decisiones sobre tu dinero. En este artículo, quiero explicarte las diferencias entre una hipoteca variable y una hipoteca fija, dado que son dos tipos de préstamos hipotecarios con características distintas. La elección entre uno u otro dependerá de diversos factores, como el plazo del préstamo, las expectativas de ingresos y la capacidad para afrontar posibles subidas rápidas en los tipos de interés. ¿Te animas a profundizar en este tema?

¿Qué es una hipoteca variable?

La hipoteca variable se establece en función de un índice de referencia, siendo el Euríbor el más utilizado. La cuota mensual se calcula sumando el índice de referencia y un diferencial fijo que cada banco determina. Esto significa que las cuotas pueden fluctuar a lo largo del tiempo debido a las variaciones del índice de referencia.

Este tipo de hipoteca tiende a tener tasas de interés iniciales más bajas en comparación con las hipotecas fijas, lo que puede resultar atractivo para los solicitantes que buscan condiciones más favorables al inicio del préstamo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las cuotas pueden aumentar si el índice de referencia sube, lo que puede suponer un riesgo para aquellos con expectativas de ingresos inestables o si se espera una posible subida rápida en los tipos de interés.

Ahora bien, veamos en qué consisten las hipotecas fijas para determinar cuál es el tipo de hipoteca más adecuado para ti.

¿Qué es una hipoteca fija?

La hipoteca fija se caracteriza por tener una cuota mensual constante a lo largo de todo el plazo del préstamo. Esto significa que el interés se mantiene fijo durante toda la vida, brindando estabilidad y certeza en el pago mensual. Aunque el tipo de interés puede ser inicialmente más alto que en una hipoteca variable, la ventaja es que no estará sujeta a las fluctuaciones del mercado ni a posibles subidas de los tipos de interés. Por eso, se le recomienda a personas que prefieren tener una planificación financiera clara y no quieren asumir riesgos en cuanto a posibles aumentos en las cuotas.

Sin embargo, una desventaja de la hipoteca fija es que la amortización del capital se produce a un ritmo más lento que en una hipoteca variable, lo que significa que el propietario tardará más tiempo en ser dueño completo de la propiedad.

Diferencias entre hipoteca variable y fija

AspectoHipoteca FijaHipoteca Variable
Tasa de InterésConstante durante todo el préstamo.Variable, vinculada a un índice de referencia.
Estabilidad de PagosCuotas mensuales constantes.Cuotas mensuales pueden cambiar con el tiempo.
CertezaTotal certeza en los pagos.Incertidumbre sobre posibles cambios en las cuotas.
Amortización del CapitalRitmo más lento al principio.Ritmo puede variar con las fluctuaciones del índice.
PlazosPlazos generalmente más cortos.Plazos generalmente más largos.
Riesgo de InterésNo está sujeta a fluctuaciones del mercado.Puede beneficiarse o perjudicarse con cambios en los tipos.
Diferencias entre una hipoteca variable y fija

A continuación, te explico, paso por paso, todos los aspectos de la tabla sobre las diferencias entre hipotecas variables y fijas:

Hipoteca Variable:

  • Tasa de interés constante. En una hipoteca fija, el tipo de interés se fija al inicio del préstamo y permanece invariable a lo largo de toda la vida del mismo. Esto significa que la cuota mensual será siempre la misma, lo que proporciona estabilidad y previsibilidad a los propietarios.
  • Certeza en los pagos. Los titulares de una hipoteca fija saben exactamente cuánto pagarán cada mes durante todo el plazo del préstamo. Esto facilita la planificación financiera, ya que no hay sorpresas ni incrementos en las cuotas mensuales.
  • Amortización gradual del capital. Ten en cuenta que, aunque la cuota mensual se mantiene constante, la proporción entre el capital y los intereses pagados cambia con el tiempo. Al principio, una mayor parte de la cuota se destina al pago de intereses, y a medida que avanza el préstamo, una mayor parte se destina a la amortización del capital.
  • Plazos más cortos. Las hipotecas fijas suelen ofrecer plazos más cortos, generalmente entre 10 y 30 años, aunque también es posible encontrar plazos más largos.

Hipoteca Variable:

  • Tasa de interés variable. En una hipoteca variable, el tipo de interés se encuentra vinculado a un índice de referencia, como el Euríbor. Esto significa que la cuota mensual puede variar a lo largo del tiempo en función de las oscilaciones del índice de referencia.
  • Incertidumbre en los pagos. A diferencia de una hipoteca fija, las cuotas mensuales en una hipoteca variable pueden cambiar con el tiempo. Si el índice de referencia sube, las cuotas aumentarán, y si baja, las cuotas disminuirán. 
  • Posibilidad de aprovechar bajadas en los tipos. Si los tipos de interés disminuyen, los titulares de una hipoteca variable pueden beneficiarse con cuotas más bajas y, en algunos casos, incluso con una reducción en el plazo del préstamo. Sin embargo, también existe el riesgo de que los tipos de interés suban, lo que aumentaría las cuotas mensuales.
  • Plazos más largos. Las hipotecas variables suelen ofrecer plazos más largos que las fijas, pudiendo llegar hasta los 40 años en algunos casos.

Si te han surgido dudas hasta aquí, recuerda leer mi último artículo sobre cómo puede ayudarte un asesor financiero a sacar el máximo partido a tu hipoteca variable entrando en este enlace.

¿Tienes dudas sobre las hipotecas variables y fijas?

Recuerda que la principal diferencia entre una hipoteca variable y una hipoteca fija es la estabilidad en los pagos. La elección entre ambas opciones dependerá de las preferencias personales y la situación financiera de cada individuo. Si buscas estabilidad y certeza en los pagos puedes optar por una hipoteca fija, mientras que si estás dispuesto a asumir cierto riesgo y buscas tasas iniciales más bajas pueden considerar una hipoteca variable. 

Es importante evaluar cuidadosamente todas las opciones y considerar cómo cada tipo de hipoteca se adapta mejor a las necesidades y circunstancias específicas antes de tomar una decisión.

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